En casa de Laia ya es Navidad, y ella espera con ilusión la llegada de Papa Noel y más tarde los Reyes magos, porque para eso son navidades y ya puestos a escribir cartas, escribimos una a cada uno. Lo que no sabe Laia ni sus padres es que Quillo, su simpático perro es el ayudante de Papa Noel, y cuando llega la noche de Navidad es quien descarga todos los regalos del trineo, juega un rato con los renos y despide a Papa Noel moviendo su rabillo. Una vez que se ha ido se encarga de despertar a la familia para que abran los regalos y de paso que le den el suyo, porque siempre le cae algo al ayudante de la navidad